La realidad de las grandes ciudades, como lo es la Ciudad de México, es que se compone en su gran parte de personas de diversos estados del país y de diversos países del mundo. Sin embargo, debido a la situación de la pandemia y a la nueva era del trabajo remoto lo que despertó radicalmente el interés por volver a las provincias y costas en donde existe menos población, hacinamiento y aparentemente, menos restricciones sanitarias en comparación las grandes ciudades que albergan los grandes aeropuertos.
Actualmente, muchos de los nacionales que se encontraban trabajando en la Ciudad de México así como extranjeros que se encontraban de planta, regresaron indefinidamente a sus ciudades natales por diversos motivos, ya sea por el hecho de cuidar a sus familiares o simplemente porque cada vez se hacía menos soportable habitar una ciudad solas o solos con la incertidumbre que provocó la pandemia.
Debido a esto, gran parte de la Ciudad de México permanece en constante movimiento ya que por un lado es posible ver los desesperados anuncios de renta o venta en diferentes zonas del país en donde la demanda era bastante alta. Por otro lado, esto representa una oportunidad sumamente atractiva para los extranjeros que se mudan con la esperanza de pretender que la pandemia terminó debido a la flexibilidad en cuanto a restricciones que se mantienen en estas zonas y la facilidad que representa mudarse prácticamente a cualquier sitio de México siendo extranjero con poder adquisitivo.
Se sienten atraídos en parte por la posibilidad de regresar un poco de normalidad a sus vidas en un lugar donde las restricciones al coronavirus han sido más flexibles que en casa, incluso cuando los casos de la COVID-19 rompen récords. Algunos de ellos han decidido quedarse, al menos por un tiempo, y aprovechan la visa de turista de seis meses que se otorga a los estadounidenses a su llegada.
- Oscar Lopez. ‘Estadounidenses en Ciudad de México: escapar del confinamiento en otro país’
De la misma forma, esto se ha visto reflejado en estados como Oaxaca, específicamente las playas como lo son Puerto Escondido, Zicatela y Zipolite, así como Tulum, en la Península de Yucatán, mismas que se encontraban experimentando un boom en cuanto a turismo en los últimos años y se han convertido en el hotspot perfecto para recibir a turistas nacionales e internacionales gentrificando ferozmente el territorio y poniendo en evidencia la desigualdad que se vive en México.
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Si bien es más que evidente que existe una irresponsabilidad social contextualizada a una pandemia global por parte de este movimiento en donde tanto influencers como medios globales han contribuido la cual ha sido explorada en diversos artículos que detallan las consecuencias inmediatas en la contingencia sanitaria, es importante pensar en el futuro de las ciudades y todos estos territorios que están siendo colonizados, expulsando una vez más a los locatarios y a los propios nacionales, pero en condiciones más desfavorables propias de una pandemia mundial.
Aunque pareciera que todo esto es resultado exclusivamente de la pandemia, no es así, la Ciudad de México es el ejemplo más evidente de el poco control y la nula planeación urbana. Es cierto que no hay lineamientos claros para reordenar el territorio de la Ciudad de México así como el crecimiento informal en la Zona Metropolitana. Actualmente, en el mundo de la arquitectura es más común ver este interés fuera de las grandes ciudades.
El desplome de la Ciudad de México es anterior a la pandemia, lo que estamos viviendo es solo un deterioro del mismo, de las políticas erróneas de desarrollo urbano lo hemos visto con el reciente colapso del transporte público, el cual lleva 25 años abandonado. Evidentemente hay una tendencia a hacer proyectos fuera de la ciudad, pareciera que la gente quiere salir específicamente de la Ciudad de México en donde no se ha emitido un solo permiso de construcción desde hace tres años. No han habido políticas urbanas coherentes al tamaño de la ciudad.
- Alberto Kalach
Es cierto que en grandes ciudades como París, Nueva York o Londres han tomado medidas sanitarias que han tenido un impacto importante en el contexto urbano reduciendo el tráfico vehicular y promoviendo ciudades más verdes. Sin embargo, cada vez es más evidente observar que las acciones individuales del gremio de la arquitectura no tendrán un impacto importante si existe un abismo enorme entre las desiciones e intereses políticos. Las ciudades, como el reflejo de estos sistemas globales impuestos demandan una visión mucho más íntegra con acciones políticas que se extiendan mucho más allá de resolver los problemas inmediatos, para pensar qué acciones están construyendo hoy las ciudades del futuro.
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